Este ejercicio corresponde al taller Aprende a ser feliz en 30 días con 30 pequeños gestos diarios
No te compares
Es inevitable que en nuestro día a día nos fijemos en nuestros amigos, compañeros de trabajo, familiares, vecinos… A veces parece que hasta los personajes ficticios son más inteligentes , divertidos o apuestos que nosotros.
Las investigaciones han demostrado que estas comparaciones pueden ser útiles para ayudarnos a determinar nuestros propios objetivos o puntos a mejorar; otras veces, compararnos con los demás nos ayuda a ser más agradecido por lo que tenemos.
Sin embargo, la mayoría de las veces estas comparaciones pueden ser muy destructivas:
Cuando nos comparamos con alguien a quien le va mejor que a nosotros («él es más listo» «ella es más divertida»)…estos pensamientos pueden generar en nosotros sentimientos de inferioridad. Cuando nos comparamos con alguien a quien le va peor, podemos sentirnos culpables (yo quejándome y mira Pepito que desgraciado es).
Cuantas más comparaciones hagas, mas probabilidades tienes de llegar a alguna comparación dañina y sufrir sus consecuencias.
Es importante entender que no es saludable compararse porque siempre habrá alguien que me supere (en la dirección que sea)
No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo. Las personas felices parecen no importarles demasiado las comparaciones, usan más su propio estándar interno: ellos mismos son su propia medida de superación.
Las personas felices se alegran de que a los demás les vaya bien y se preocupan si los demás sufren y jamás a la inversa.
Por eso hoy, para fomentar tu felicidad, vas a evitar las comparaciones odiosas con los demás. Si miras hacia fuera , que sea para alegrarte del bienestar ajeno o preocuparte de su malestar. Si vas a compararte, que sea contigo mismo para comprobar tu evolución y tus posibilidades de mejora.
No olvides apuntar en tu diario tu experiencia personal con esta tarea. ¡Disfruta del ejercicio!