La tristeza es una emoción que no resulta agradable de por sí, de ahí que se la catalogue como negativa.
Que sea desagradable supone que para muchas personas es una emoción difícil de gestionar. Ten presente que aunque se considere una emoción negativa no es «mala». No hay emociones malas o buenas, sino agradables o desagradables.
El objetivo es aprender a gestionar las emociones adecuadamente. Observando la conducta de los elefantes vas a aprender a gestionar bien la tristeza.
¿En qué consiste la tristeza?
Cuando estás triste no te apetece hacer nada (apatía), ni disfrutas igual de las cosas (anhedonia). Te sientes vulnerable y frágil, sin energía.
Sin embargo, es la emoción sanadora por excelencia, la que acompaña ante la pérdida y permite procesar para poder adaptarnos a las nuevas circunstancias.
A muchas personas no les gusta esta sensación de fragilidad y con frecuencia se empeñan en negarla convirtiendo la tristeza en otra emoción, por ejemplo, enfado. Esto, en lugar de ser beneficioso, resulta del todo perjudicial ya que en el enfado los demás se alejan para protegerse y esta soledad no es lo que se necesita cuando se está triste. Otras personas no se permiten sentir esta tristeza, evitándola o negándola, llegando a sufrir dificultades como un duelo no resuelto.
¿Qué nos enseñan los elefantes?
Unos excelentes maestros para saber cómo gestionar la tristeza son los elefantes. Estos maravillosos animales son un perfecto ejemplo de manada.
Son animales pacíficos, no son depredadores, su mayor fortaleza reside en su tamaño y la unidad entre ellos: cuando un miembro de la manada se encuentra frágil, el resto se hace cargo.
Cuando una cría de la manada se encuentra en dificultades, los adultos de la manada se encargan de rescatarlo y protegerlo.
Cuando un elefante va a morir el resto de la manada lo acompaña en su último viaje hacia el cementerio de elefantes. No le dejan solo.
El humano puede aprender de estas criaturas increíbles cómo gestionar la tristeza: En los momentos donde te sientas triste, frágil, vulnerable, apóyate en los tuyos. Desahógate con ellos, permite que te cuiden.
No temas hacerlo, ya que aunque es cierto que en un primer momento tu tristeza les disgustará, el hecho de poder cuidarte te ayudará a ti y les hará sentirse plenos por haberlo hecho.
¿Te relacionas como un elefante ejemplar en tu manada?