OPINIONES PACIENTES
Opiniones sobre Rosa María Luna Arroyo , María Marne y Tamara Alonso. Aquí podéis encontrar la opinión y experiencia de algunos pacientes antes, durante, y después de la terapia con las psicólogas del equipo . Te resultará muy enriquecedor conocer su historia. Son opiniones reales en las que no se ha cambiado ni una coma.
OPINIONES SOBRE
ROSA MARÍA
LUNA ARROYO
PSICÓLOGA
Había sufrido un fracaso sentimental y veía que me iba hundiendo cada día más y más en un pozo sin fondo. Encontré por casualidad en internet el blog de Rosa en el que, entre otros temas, aconsejaba sobre cómo superar y asumir las rupturas de pareja.
Aunque los consejos eran buenos y me vinieron bien, no era capaz por mí misma de controlar y asumir la situación, por lo que decidí pedir ayuda. Después de leer los comentarios de otras personas en su web, no tuve la más mínima duda de que la iba a llamar.
Desde el primer momento, se mostró muy cariñosa y comprensiva conmigo. Siempre tenía buenas palabras y consejos para mí, incluso cuando peor estaba, castigándome por no asumir una situación que no consideraba un “problema de verdad”.
Rosa es una enorme profesional pero, además, es empática y una gran persona. Sabe escuchar a la gente y hacerla ver la realidad tal cual es, sin las distorsiones que llevamos a su consulta.
Sin ella hubiese caído en una de las más profundas depresiones pero, no sólo he sido capaz de asumir la situación, sino de plantar cara a la vida, enfrentarme al pasado para dejarlo donde corresponde, recuperar la autoestima perdida en el proceso e ilusionarme de nuevo y hacer planes de futuro.
Me sentí totalmente apoyada y comprendida por ella, desde la primera sesión y, al poco tiempo de haber empezado a vernos, me dijo que ya no la necesitaba, que con todo el trabajo que estaba haciendo, yo misma me valía para seguir adelante pero que siempre estaría para cuando la necesitase.
Hace unos meses un mal estar general que llevaba arrastrando hacia tiempo llego a su pico mas alto y es por eso que decidí contar con la ayuda de un profesional.
Razones como no haber conseguido mis metas profesionales, prejuicios y algún desengaño amoroso hicieron que mi autoestima se viera deteriorada. Hasta tal punto que llegue a un estado de bloqueo mental donde era incapaz de tomar cualquier tipo de decisión además de perder toda confianza en mi mismo. La falta de autoestima tambien afecto a mis relaciones sociales,. Esta situación me llevó cada vez a estar mas nervioso, dejando de descansar por las noches y así a estar cada vez mas bloqueado.
Desde la primera sesión me he sentido maravillosamente bien con ella, ha sabido escucharme, interpretarme y lo mas importante ayudarme. Gracias a ella veo las cosas de forma diferente, he recuperado la confianza en mi mismo, vivo con mas calma y he vuelto a dormir maravillosamente bien. Solo tengo palabras de agradecimiento para ella.
Baja autoestima. Malos pensamientos. Inseguridad. Tristeza. Culpa. Todo ello adornado con un horario laboral que me obliga a dormir de día hicieron que mi estado anímico estuviera prácticamente por los suelos. Ni siquiera cuando me pasaban cosas positivas sabía valorarlas. Vivía en un continuo drama que me había creado alrededor del que no veía escapada posible. Tras varios meses enjaulado en mis pensamientos malsanos decidí dar el paso y acudir a un psicólogo para ver si podía ayudarme. Como no soy de Madrid opté por buscar información por internet sobre diferentes profesionales. Fueron las buenas referencias que leí en un par de sitios las que me hicieron inclinarme por Rosa.
Cuando pensamos en un psicólogo siempre creemos que nos va a atender tumbándonos en un diván mientras toma notas y escucha hasta llegada la hora del fin de sesión. Con Rosa no es así. Ella no pone barreras, sino un lazo de confianza mutua. Se sienta frente a ti, te mira a los ojos y te escucha atentamente para, a continuación, comenzar un diálogo que da pie a un camino de autoconocimiento y superación personal con ella como guía.
En mi caso, todo se debía a una ruptura sentimental que me hacía tener un enorme sentimiento de culpa, el cual he ido padeciendo durante años, logrando que me sintiera culpable de casi todos los males que han sucedido a mí alrededor. Poco a poco, y a lo largo de estos meses con ayuda de Rosa, me he ido sintiendo mejor y he aprendido a ver la vida de otra manera, de tal forma que a día de hoy puedo llegar a decir que, por fin, me estoy encontrando a mí mismo.
Es un placer encontrarse con personas como Rosa. Es una gran profesional que se preocupa de todo aquel que acude a ella, demostrando, además, pasión por su trabajo. Pero por encima de todo, es una gran persona.
Muchas gracias Rosa.
A quien pueda ayudar…
Desde que tengo uso de razón he vivido preocupada por la salud y el bienestar de mis allegados más queridos. Con el paso del tiempo el miedo se fue agudizando hasta el punto de llegar a bloquearme en los momentos más delicados. Con el nacimiento de mi hijo lo que era miedo fuera de lo común se transformó en una pequeña obsesión agravada por la hospitalización de mi pequeño por un tema grave de salud cuando contaba 13 meses.
Afortunadamente todo salió bien pero este hecho no hizo más que incrementar mis miedos y dejó una huella en mi que no conseguía sanar con el paso del tiempo, llegándome incluso a cuestionar mi papel de madre.
Fue en ese momento cuando por el bien de mi amado hijo, mi familia y el mío propio, decidí ponerme en manos de un profesional y conocí a Rosa.
Tengo que reconocer que , desde el primer momento, me transmitió tranquilidad, serenidad y una confianza fuera de lo común.
Desde el punto de vista profesional no tengo más que halagos hacia ella. En tan sólo dos sesiones consiguió identificar perfectamente lo que me estaba sucediendo , explicándome lo que había detectado y estableciendo unas pautas de trabajo para las semanas posteriores. Consiguió ilusionarme, y tuve ganas de colaborar desde el primer momento ya que entendía que con mi implicación y ganas y sus conocimientos y dedicación podía volver a disfrutar de mi vida y los míos.
En mi caso estuve un corto periodo de tiempo, ya que en apenas unos meses Rosa consideró que ya podía ” volar sola”. Este es un dato importante ya que estimó que podía hacerlo sin incrementar inútilmente la duración de las sesiones.
En la actualidad aplico las herramientas y consejos que me ha enseñado y sigue en contacto conmigo para interesarse por como me encuentro.
Es por ello por lo que no sólo destaco en Rosa su enorme valía profesional sino también desde el punto de vista personal su enorme calidad humana, implicación continua y la empatía que ha demostrado y demuestra conmigo.
Muchas Gracias Rosa por lo que me has ayudado, transformando lo imposible en real, enseñarme a valorarme y dejarme volar sola siendo consciente que tu apoyo incondicional siempre se encuentra en la sombra.
….. espero que mi experiencia pueda ayudar a decidirse a buscar apoyo en Rosa a quien se encuentre en la misma situación en la que yo me encontraba…
A finales del año pasado contacté con Rosa de forma telefónica. Desde el primer momento su manera de tratarme me dio muy buena impresión. Me encontraba en una situación muy baja anímicamente debido a un problema con mi pareja. Con ella estuve agusto desde la primera consulta. Me sentí escuchada, respetada y lo más importante comprendida. En todo momento, sentí su apoyo. Se preocupó muchísimo por mi bienestar, lo que hizo sentirme querida. La terapia, su constancia y su continuo interés, consigue que avances. Evidentemente el esfuerzo tiene que venir de cada uno, pero ella consigue que las cosas que al principio parecen imposibles, resulten más fáciles.
Hay veces en las que no somos capaces por nosotros mismos de salir de un problema o una determinada situación. En mi caso, incluso me costó identificar si lo que me estaba pasando era realmente un problema o simplemente lo estaba exagerando. Pero cuando algo ocupa tu mente la mayor parte del día, te hace sentir tan mal como yo me sentía, te crea ansiedad y eres incapaz de desechar esos pensamientos por ti mismo, es el momento de buscar ayuda profesional.
Mi problema, como el de mucha gente, eran los celos que sentía con mi pareja. Celos, que yo misma sabía que estaban en mi cabeza, porque no podía reprochar nada a él, su comportamiento era ejemplar con respecto a mí. Pero cada vez que estábamos separados, ya fuera por trabajo o por compromisos, me envenenaba con cosas que podrían pasar, chicas que podría conocer, situaciones que podrían darse, miedo a que me abandonara….Y tanto las pensaba e imaginaba, que acaba por sentirlas como si de verdad hubieran ocurrido, y eso me llevaba a discusiones con él y sobre todo, a pasarlo realmente mal.
Al principio intenté contarle el problema a mis amigos, a la gente cercana en la que confiaba. Pero nada me hacía mejorar, al contrario, cada día estaba peor y el malestar y las discusiones iban en aumento. Así que decidí buscar ayuda profesional. Como no conocía a nadie, me dediqué a mirar foros y opiniones en internet y, casualidades de la vida, en varios sitios me encontré que hablaban muy bien de Rosa. Lo que me hizo elegirla a ella, a parte de los elogios que sus pacientes le dedicaban, fue que muchos de ellos explicaban que Rosa, además de escucharte y hablar contigo, te daba tareas y pautas de comportamiento que te ayudaban a estar mejor y “curarte” del malestar que cada uno pudiera sentir. Como yo ya sabía bien la teoría, sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, pero no sabía qué hacer para cambiar y sentirme mejor, necesitaba justamente las herramientas que te da Rosa.
Ella me ha enseñado que el cerebro es capaz de automatizar comportamientos que nos hacen daño y frente a la misma situación, aunque tú no quieras y te duela, hace que reacciones igual. Además de que detrás de los miedos e inseguridades, aunque no nos demos cuenta, siempre hay algo más: en mi caso era la falta de autoestima y Rosa supo identificarlo rápidamente. Además de las charlas que teníamos los días que nos veíamos, me mandaba tareas para llevar a cabo a lo largo de la semana, que me ayudaban a desechar los pensamientos que me hacían daño y a ir confiando cada vez más en mí y en mi pareja. Es curioso cómo el cerebro es capaz de aprender de esas tareas igual que antes aprendió a automatizar los malos pensamientos.
Al principio cuesta, cuando llevas mucho tiempo en una determinada situación, es difícil salir, pero siguiendo las pautas que Rosa me marcaba, yo misma me iba dando cuenta que mi pareja tenía muchos detalles bonitos conmigo, que antes pasaba por alto. Que yo también tengo muchas cosas buenas que ofrecerle a él y que la base de una relación es la confianza y el ser libres dentro de la pareja. Que no pasa nada por salir con los amigos, hacer un viaje por separado o tomar unas cervezas con los compañeros. Yo misma me estaba privando de hacer cosas que me apetecían y, egoístamente, en mi interior quería privar a él de los mismo.
Para mi sorpresa el tratamiento duró pocos meses y poco a poco empecé a sentirme mejor. Empecé a ver las tareas que me ponía Rosa como una meta, como parte de una competición, que por mí misma y porque mi relación de pareja funcionara, tenía que conseguir. Y así, me fui encontrando mejor, más feliz, con menos miedos e incluso, hasta más atractiva. Lo cual se ha reflejado en mi relación de pareja -que como todas las parejas, aunque a veces haya discusiones, ya no son discusiones por celos – y estamos cada día mejor y más felices juntos.
Hace ya semanas que Rosa me dio el alta y me encuentro muy bien. Aunque ella siempre está ahí, con un e-mail, para asegurarse que todo sigue bien, lo cual da más confianza. Pero me encuentro feliz y fuerte, para seguir aprendiendo las pautas que ella me ha dado. Por eso, a todas las personas que duden si necesitan ayuda profesional o no, os animo a que acudáis a ella. Yo era de esas personas que dudaba de la eficacia de los psicólogos, pero Rosa os aconsejará bien y os sabrá guiar y dar las herramientas necesarias para que consigáis solucionar vuestro problema y os encontréis tan bien como nos encontramos los que hemos acudido a ella.
Después de más dos años sufriendo ansiedad e intentando controlarla a mi manera, llegó un momento en que empecé a perder el control sobre ella, sobre todo en el trabajo. Cualquier reunión, tener que hablar en público, etc. se convirtió para mí en una situación muy desagradable. Al ser solamente en el entorno laboral, decide asumir esos malos ratos y seguía tirando para adelante, pero esos malos momentos cada vez eran peores: sentía mareos como si me fuese a desmayar, bloqueos a la hora de formular o contestar una pregunta, miedo a hablar y no estar a la altura aunque dominase el tema de la reunión, etc.
El momento en el que decidí ir al psicólogo (siempre he sido muy reacio a ir) fue cuando empecé a detectar que estos malos ratos comenzaban a pasar también en lo personal, estando incluso con amigos con los que tenía bastante confianza. Fue ahí cuando quise poner freno a esas sensaciones tan malas que sentía casi a diario, y el azar y una búsqueda en internet acerca de la ansiedad social me hicieron encontrar a Rosa.
Sin duda, este paso que decidí dar ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos dos años. De manera cercana, Rosa me hizo ver que la ansiedad no es nada malo, de hecho es necesaria, todo el mundo tiene ansiedad, solamente hay que saber controlarla y enfocarla a los momentos en los que realmente es útil. Me enseñó determinadas técnicas con las que cada vez conseguía disminuir los bloqueos, mareos, taquicardias… hasta que llegaron a desaparecer.
A día de hoy estoy como hace 3 meses pensé que era imposible volver a estar, controlando cualquier tipo de situación y sin sentir ninguno de los síntomas que produce la ansiedad. Para mí, Rosa ha sido una psicóloga increíble y con su ayuda he conseguido algo que veía inalcanzable.
Cuando llegué por primera vez a la consulta de Rosa sentía un miedo terrible, nunca había estado en el psicólogo y no sabía lo que me esperaba; aunque no me parecía nada traumático a la hora de la verdad no parecía tan fácil. Pero en cuanto Rosa me dijo las primeras palabras sabía que había tomado una de las mejores decisiones de mi vida. Rosa me ayudó a organizar mi vida, a volver a coger el rumbo de ella, me enseñó a quererme y a respetarme.
Lo más importante de la terapia es que no me solucionó problemas, me enseñó a solucionarlos yo mismo. Con esto, una vez terminadas las visitas, su ayuda aparece cada vez que viene un contratiempo. La pregunta “¿qué me diría Rosa?” se ha convertido en el manual perfecto cada vez que surge un contratiempo, que las cosas se ponen difíciles o que, simplemente, no llego a entenderme.
Hola a todos,
Me he decido a escribir estas líneas porque creo que al igual que a mí cuando estaba en la misma situación leyendo estas opiniones, puede ser de mucha utilidad. La verdad es que a día de hoy acudir a Rosa es una de las mejores cosas que pude hacer en mi vida. Desde el minuto uno me acogió con cercanía, cariño, y una sonrisa en su cara que me hacía sentir como en casa. Hablar con ella fue natural, sencillo y cercano. Todo lo que pensaba que no podría contar a nadie, con ella fue sencillo. Sus pautas, sus consejos y sus explicaciones, todo transmitía apoyo y seguridad. Hubo momentos duros pero gracias a ella todo se iba superando. Mi problema era la ansiedad, y el pensamiento a veces obsesivo. También los miedos. Todo ello en conjunto hacia que cuando acudí a Rosa y durante la terapia me sintiera perdida. Ella me fue reconduciendo. Me hizo ver que los pensamientos son pensamientos y que por pensar las cosas no tienen que ser reales. Yo temía que por pensarlos hubieran pasado. Tenía miedo de darme cuenta de que eran reales y de fallarme a mí misma y a los demás. Me hizo ver que los pensamientos muchos son automáticos, irracionales y parecen reales y que atacan donde más nos duele. Me hizo enfrentarme de cara a ellos y a reconocer mis miedos. A ver que la ansiedad es algo natural y a ver que el pensamiento y la ansiedad siguen un comportamiento determinado.
Gracias Rosa, por tu ayuda, porque aunque os he de confesar, a veces me siguen asaltando pensamientos que no me gustan y momentos de ansiedad, ahora tengo herramientas para luchar contra ellos. Os recomiendo totalmente a Rosa, ella es maravillosa y su confianza, ternura y siempre sonrisa hacen sentirte como en casa, sin ser juzgados ni evaluados. Simplemente te ayuda a descubrirte y a mejorar las cosas. Es fantástica y no hubo ni un momento en el que no sintiera su total apoyo. ¡Gracias!
Antes que nada me gustaría empezar reconociendo que jamás pensé que tendría que hacer uso de un psicólogo. No es que no confiase en ellos, siempre me ha parecido una profesión importante, pero desde esa sensación de que era… para otros.
Supongo que es difícil aceptar que a veces necesitamos ayuda.
Siempre me he considerado capaz de cargarme a la espalda todas las responsabilidades que hiciese falta y de ser muy resolutiva. Hubo un momento en el que se me juntaron muchos factores en el que asumí que ya no podía más (o quizás sí hubiera podido, pero no quería si eso ocurría a mi costa).
En ese momento llamé a Rosa, una gran decisión. Por teléfono ya me gustó su forma de darme el margen suficiente para que yo estuviera segura de querer ir, esa forma de no presionar y a la vez estar receptiva para ayudar si lo necesitas. Fui a la primera sesión muy insegura, con el miedo de no saber si me iba a resultar incómodo hablar de cosas muy personales con una desconocida… y salí con una gran sensación de liberación, de haberme encontrado tremendamente a gusto.
Tras varias sesiones, ahora que he terminado el tratamiento, puedo decir que ha habido un gran punto de inflexión en mi vida desde que Rosa me ha ayudado. Ha sido capaz de darme los recursos suficientes para tomar las riendas de mi vida y a ayudarme a reconocer las herramientas con las que yo contaba y de las que no era consciente. Me noto mucho más fuerte, segura de mí misma, feliz… Supongo que los problemas existen y siguen siendo los mismos, pero es importante cambiar la forma que tenemos de verlos y lo que generan en nosotros. Por todo ello probablemente esté en el mejor momento de mi vida.
¡Mil gracias Rosa por ser una gran profesional y sobre todo por captar a las personas más allá de los conocimientos técnicos!
Hola a todos. Así como muchos de ustedes me ayudaron a decidirme en acudir a Rosa, les dejaré mi experiencia por lo que pueda aportarles.
Todo comenzó a finales de Septiembre, cuando realmente me miraba al espejo y sentía que esa mirada que se reflejaba no era mía, no eran mis ojos, con la mirada triste, llorando… Sí, era consciente de que me había perdido. Ante todo, me considero una persona humilde, honesta y muy sincera. Me gusta escucharme a mí mismo, ver que me pide el cuerpo, el deseo que se manifiesta en mi interior. Me considero una persona feliz, muy sonriente y que realmente le gusta disfrutar de la vida. Sin embargo, por ese momento, mi interior me decía que nos estábamos engañando, y algo aún peor, nos estábamos haciendo mucho daño internamente. Todos los días eran pensamientos negativos, malas formas, sin ganas de hacer nada, ni de ir a la universidad, perdí las ganas de cumplir mis metas, de entrenar…en definitiva, estaba completamente olvidado de mí mismo. Decidí seguir a ver donde iba a parar toda la situación porque ante todo, quería aprender de este momento que mi interior pedía un cambio. La situación fue haciéndose cada vez más insostenible, mi familia muy afectada, mi pareja absorbía todo y no encontraba la tecla que pudiese ayudarme e impulsarme a salir del bache en el que estaba. Todo mi entorno estaba en estado de preocupación por mi situación.
Por ello, decidí acudir a un psicólogo, pero estaba indeciso, por tanto, me puse a buscar, dejando que el tiempo me pusiese delante a la persona indicada. Fue una mañana, en la facultad, cuando de repente me salió el enlace de Rosa, decidí entrar y algo me decía que era la persona que estaba buscando. Desde el instante en el que hablamos, supe que saldría adelante, me libere y mucho en la primera visita. Rosa ha sido en todo momento, por decirlo de algún modo para que me entiendan, mi amiga, esa persona que te hace sentir bien desde el primer momento y que sabe cómo dar en la tecla ante mi problema, pero sobre todo, saber escuchar. Resumiéndolo un poco, después de terminar el tratamiento, puedo asegurarles que he vuelto, vuelvo a ser yo mismo, esa persona feliz que va fluyendo por la vida, haciéndose cargo de sí mismo, y lo mejor de todo, disfrutando del momento.
Espero que el resumen de mí experiencia pueda ayudar a muchos. Sin más, agradecerte Rosa todo el empeño y dedicación que has puesto en mi puesta a punto. Millones de gracias, simplemente por ser TÚ en todo momento.
Acudí a Rosa tras sufrir una ruptura muy dolorosa y lo que se acabó destapando fue mi gran falta de autoestima.
En lo primero que se centró Rosa fue en ayudarme a superar dicha ruptura, que para mí había sido una gran traición por parte de mi pareja y amiga, todo lleno de engaños. Tras esto, en segundo lugar, mes a mes empezamos a trabajar la autoestima, me dio una serie de pautas que debía ir realizando y poco a poco fui dándome cuenta de que era mejor persona de lo que pensaba. A pesar de que para mí es una tarea difícil, debo seguir esforzándome y dando el máximo para conseguir los objetivos de mejora.
Rosa es una gran profesional, cariñosa y te hace sentir cómodo en todas sus consultas. Me siento muy agradecido con ella y se la recomendaría a todos sin duda alguna.
Muchas gracias por tu ayuda Rosa.
Llegué a Rosa tras una lucha conmigo misma. Una lucha entre la plena consciencia de que algo no andaba bien en mí y los prejuicios que siempre había tenido sobre el mundo de la psicología. Tras varios meses de reflexión, en los que llegué a la conclusión de que necesitaba ayuda, me decidí a ir, y no exagero si digo que el momento previo a esa primera consulta fue probablemente uno de los momentos de mi vida en los que pasé más miedo. Miedo a no saber qué decir, a cómo decirlo, y probablemente miedo a compartir en voz alta mis problemas con alguien desconocido; alguien sobre quien además tenía mis reservas por mi grado de escepticismo en estos temas.
Y tengo que agradecer a Rosa especialmente esa primera consulta; por saber crear un ambiente de confianza, de tranquilidad, de seguridad. Por simplemente ser capaz de establecer un vínculo con la otra persona. Porque independientemente de lo bien o mal que sepas expresarte (en mi caso ese día fue mal, no sabía ni por dónde empezar), al final de la consulta tuve claro que quería iniciar una terapia con ella. Sentí que podía ayudarme.
Acudí a Rosa tremendamente triste, y con un sentimiento de culpabilidad enorme por una decisión tomada en el pasado. Gracias a Rosa he aprendido a entenderme, a no juzgarme de la forma tan sumamente rígida en que lo había estado haciendo, y a comprender que todas las decisiones que tomas en la vida responden a una razón; y que estarán bien tomadas si luchas por ellas. Puede parecer fácil y hasta lógico, pero el subconsciente suele jugar malas pasadas. Con Rosa trabajé este punto y profundicé en las herramientas claves para mejorar la autoestima.
Una de las cosas que he aprendido con esta terapia es que muchas veces tu principal enemigo eres tú mismo, y que no debes de bajar la guardia. Nunca. Y en este proceso es clave el tener un set de herramientas al que recurrir.
Por todo ello, animo a cualquiera que sienta que, simplemente necesita ayuda, a pedirla. Y le animo a que contacte con Rosa. No sólo porque es una grandísima profesional, sino por su capacidad de hacerte sentir cómodo, por su comprensión y por su altísimo nivel de empatía. Por mi experiencia propia, puedo decir que a mí me ha ayudado mucho. A romper prejuicios, a conocerme más, a quererme más y a sentirme mejor. Y sólo por eso ha valido definitivamente la pena.
Cuando acudí a Rosa no sabía lo que me ocurría, solo sabía que no podía aguantar más. A diario me sentía vacío, triste, ansioso, cabreado… No sabía qué me provocaba esos sentimientos, si estrés en el trabajo, mi situación familiar, si me sentía solo, o alguna otra cosa. Llevaba años siendo cada vez más infeliz sin darme cuenta, hasta que me he visto en un pozo del que no podía salir.
Atreverme en ese momento a pedir ayuda a un profesional es lo mejor que podía haber hecho. No había ido nunca al psicólogo y no sabía qué esperar, ni si me serviría de algo, pero desde la primera sesión sentí que poniéndome en manos de Rosa iba a poder salir de ésta. Me ha ayudado a abrirme, a identificar las cosas que me hacían daño, y me ha guiado y dado las herramientas para combatirlo. Gracias a ella he superado mi ansiedad social y recuperado la autoestima, y me siento bien y con ganas renovadas de vivir.
Siempre había tenido tendencia a la ansiedad, y ya hacía unos años que había pasado por una época muy dura, con crisis, falta de sueño, etc. En aquel momento lo solucioné con pastillas, pero cuando años más tarde volví a las andadas, decidí acudir a Rosa para entender bien lo que me pasaba, perder el miedo y saber cómo atajarlo.
A pesar de que yo sentía que la situación se escapaba de mi control y suponía que iba a ser complicado salir de ese punto, en muy pocos meses mejoré mucho y puedo decir que he vuelto por completo a la normalidad. Como nunca había ido al psicólogo antes ni pensara que fuera para mí, me costó dar ese paso, pero sin duda fue la decisión adecuada. Con Rosa me he sentido muy a gusto, tranquilizada, guiada y comprendida.
Acudí a Rosa porque, después de muchos años con problemas de ansiedad, por fin me animé a buscar ayuda psicológica. En el momento de comenzar la terapia sentía que apenas controlaba mi vida: cada vez eran más las situaciones que me daban miedo o me preocupaban de forma excesiva, estaba siempre desanimado, tenía crisis de pánico, evitaba las relaciones sociales… Al final llegué a la conclusión de que no tenía sentido seguir viviendo de ésta manera, tenía que hacer algo si no quería seguir recluyéndome cada vez más en mí mismo.
Empecé la terapia con dudas, nunca había acudido al psicólogo antes y no pensaba que pudieran ayudarme después de tantos años sintiéndome mal. Sin embargo, ahora puedo decir que fue la decisión correcta. Desde el primer momento Rosa me hizo sentir muy cómodo. Nos pusimos a trabajar y sentía que entendía todo lo que le contaba acerca de mi estado de ánimo. Sabía explicarme el porqué de mis preocupaciones, y guiarme y enseñarme las herramientas adecuadas para afrontar situaciones que llevaba mucho tiempo evitando. En todo momento tenía la sensación de estar con una profesional que tenía claro lo que hacía, transmitiendo una gran confianza. En pocos meses me encontraba mucho mejor.
Además, Rosa me ha ayudado a conocerme mejor a mí mismo y prestar más atención a mis necesidades en lugar de anteponer las de los demás. Ahora me siento con más confianza y más abierto a la hora de expresar mis sentimientos.
Ya le di las gracias al finalizar la terapia y vuelvo a dárselas ahora. Espero que sigas ayudando a mucha gente de la misma forma que lo hiciste conmigo.
Acudí a Rosa porque estaba atravesando un periodo difícil en mi relación de pareja, en el que se mezclaban sentimientos de culpa, enfado, dolor, rencor y angustia.No era capaz de gestionar la situación, porque esta mezcla de sentimientos me resultaba imposible de interpretar, con lo que la comunicación con mi pareja se había vuelto muy complicada y acababa siempre en enfrentamiento, hasta el punto que la ruptura parecía inevitable.
Como no quería perder a mi mujer ni a mi hijo, decidí pedir ayuda profesional y elegí a Rosa después de visitar su página web y leer los comentarios positivos.
En cuanto empecé a tratar con ella, supe que había acertado: Rosa es sumamente empática y te hace sentir cómodo desde el primer momento, y además entendió enseguida cuál era mi problema.
A lo largo de las sesiones, y gracias a sus consejos, fui capaz de aclarar mis sentimientos y emociones, interpretarlos y controlarlos. La comunicación con mi mujer mejoró mucho y fuimos capaces de reconstruir la relación y salir adelante, y en buena medida se lo debemos a Rosa.
Ella no resolvió mis problemas, pero me proporcionó las herramientas para poder hacerlo por mí mismo, y creo que eso es precisamente la labor de un buen psicólogo
Supongo que si estas leyendo estas líneas, es porque como yo en su día, has dicho: ¡hasta aquí hemos llegado! ¡Quiero ser FELIZ! te has dado cuenta que necesitas ayuda porque tú solo/a no encuentras el camino para salir de esta situación que tanto te atormenta y que tanto daño te hace.
A veces creemos que nosotros mismos seremos capaces de superar situaciones que la vida nos va planteando y que son difíciles de manejar, otras veces por vergüenza, quizás intentamos ocultar algo que nos hace daño y nos atormenta, desde mi experiencia, puedo asegurar que esta forma de actuar es una auténtica equivocación, la mejor solución y además la más saludables es la pedir ayuda y acudir a un profesional.
SI, hay que pedir ayuda y no pasa nada, porque pedir ayuda y acudir a un psicólogo no nos hace ni mejores ni peores, ni menos fuertes ni más débiles, simplemente hay que entender que el ser humano es complejo y al mismo tiempo muy simple, pero necesitamos que alguien nos enseñe a poner todo en orden y a dar sentido al rompecabezas que tenemos frente a nosotros.
Cuando acudí a la consulta de Rosa, me encontraba en uno de los peores momentos de mi vida, por diferentes circunstancias, me encontraba perdida, triste, hundida y sin ninguna esperanza de volver a reencontrarme conmigo misma.
Llegar a donde estoy ahora parecía misión imposible, pero gracias a la ayuda de Rosa, sus consejos y su predisposición, el camino ha sido más fácil de lo que esperaba. Rosa entendió desde el primer momento que era lo que necesitaba y como debía guiarme. Durante todo el proceso de mi recuperación me he sentido arropada y sabía que en cualquier momento podía contar con ella.
HONESTA, EMPATICA, OBJETIVA, SABIA y una GRANDISIMA PROFESIONAL, todo lo que pueda decir de Rosa es poco ya que sólo tengo palabras de agradecimiento porque si estoy donde estoy es gracias al excelente trabajo que ha realizado.
OPINIONES SOBRE
MARÍA MARNE
GUTIERREZ
PSICÓLOGA
Decidí acudir a terapia tras muchos meses de darle vueltas. Mantenía unas conductas que, si bien sabía que eran nocivas, tenía muy interiorizadas como algo ya inherente a mí y prácticamente imposibles de cambiar. El principal motivo que hacía dudar a la hora de buscar ayuda era el miedo a qué me iba a encontrar dentro de mí misma.
Pero María me ha ayudado a sobrellevar ese miedo; en primer lugar me ha ayudado a entender de dónde nacen los problemas a los que me enfrento y en segundo lugar nunca ha intentado forzar ningún tema que yo no quisiera tocar o menospreciado nada que yo considerara importante. La terapia con María va al ritmo que necesito, y de la misma forma que ella me hace hincapié en lo que considera importante, me siento escuchada en todos los temas que quiero abordar.
El ritmo, la metodología de trabajo y la propia María han conseguido que me sienta segura cada vez que acudo a terapia.
En mi caso en particular creo que el mayor éxito que he conseguido con María es ir comprendiéndome a mí misma y sentir que mis problemas no son inabarcables.
La primera vez que asistí a la consulta llegué con la determinación de que realmente había cosas en mi vida que no estaban bien, pero no era capaz de entenderlas ni de gestionarlas por mí mismo. Acostumbrado a un estado semi-depresivo, era habitual convencerme de que era feliz y creérmelo. Sin embargo, las discusiones, el llanto en soledad, la impotencia, la frustración y una sensación de desorientación, como un barco entre la niebla sin brújula ni rumbo, acechaban de tanto en tanto en mi cotidianeidad y evidenciaban mi necesidad de pedir ayuda. Es difícil reconocer el malestar cuando sufres y no saber realmente qué te pasa. Estamos acostumbrados a estigmatizar los problemas psicológicos pero, igual que acudimos al médico cuando nos duele alguna parte del cuerpo, es necesario normalizar que cuando algo no nos deja dormir nos permitamos acudir al psicólogo, no porque estemos clínicamente enfermos, sino porque nuestra conciencia necesita de pequeños ajustes para darnos cuenta de aquello que no nos permite sonreír; miedos y traumas que muchas veces no somos capaces de identificar.
Acudir a la consulta con María es de lo más importante que he hecho en mi vida. Un pequeño acto de valentía junto con la determinación de querer estar bien y querer ser feliz, me ha ayudado a estar más seguro de mi mismo, a saber detectar aquellas cosas que me atormentan y aprender a gestionarlas, me ha ayudado a conocerme mejor y ser más honesto conmigo mismo, he salido con mejores herramientas de gestión emocional para afrontar mis miedos y superar los fracasos. Trabajar con María me ha permitido poder estar apostando en estos momento por mí, por mis sueños y por mi felicidad.
Siempre agradeceré el hecho de haberme sentido seguro en la consulta. Nunca había hecho nada igual anteriormente ni había asistido a psicólogo alguno y, aunque un tanto desconfiado e inseguro al principio, fue muy fácil adaptarse a la dinámica de las sesiones. María siempre planteaba ejercicios interesantes para ahondar en los rincones de uno mismo y sacar a la luz aquello que me podía estar atormentando. No es un camino fácil ni agradable pero desde luego resulta tremendamente útil y desde mi punto de vista, muy necesario. Gracias y mil gracias.
Ha sido mi primera experiencia referente a solicitar ayuda profesional para atajar un estado anímico bajo y sus variantes (conatos de tristeza, irritabilidad…) No encontraba el motivo, y a pesar de ser escéptico me animé a ir. No teniendo nada que perder, solicité cita y me atendió María. De verdad, hasta esta experiencia no me di cuenta de todo el bien que te puede hacer que una persona ajena a tu círculo, objetiva, te dé puntos de vista sobre tus problemas. Me dio una serie de consejos, otra visión de mis circunstancias, que hicieron un “click” en mi cabeza y me hizo ver las cosas de otro modo, tomarme aquello que me preocupaba como un fallo de perspectiva perfectamente subsanable, y he de decir que me siento muchísimo mejor en comparación al primer día que acudí a ella. Es una buena psicóloga, muy amable, correcta y que escucha con atención para luego opinar lo que cree conveniente. Lo recomiendo sin duda alguna. De la misma forma que acudimos regularmente al médico de cabecera con total normalidad por molestias físicas, creo que después de acudir yo a unas sesiones, es igual de importante solicitar ayuda profesional cuando tienes molestias de índole emocional o mental. Muchas gracias a María por su tiempo, trató y atención.
Mi experiencia con María ha sido positiva 100%. Muy buena profesional y aplicando técnicas innovadoras, que explica a la perfección. Totalmente recomendable su trabajo y trato personal
Buenas tardes, en mi caso, necesitaba atención psicológica por mi estado de depresión_rasgo, ataques de ansiedad, y baja autoestima. Llevo mas o menos un mes de tratamiento y mi opinión es excelente. Me siento mucho mejor aunque tengo que seguir con la terapia porque se que estoy mejor porque estoy yendo. La atención es muy personalizada y adaptada y María me trata super bien desde un enfoque holístico y biopsicosocial haciéndome profundizar en mi personalidad y en aceptarme a mi misma tal y como soy.
Acudí a consulta porque me sentía triste, agobiada y confusa por los estudios, no sabía si había elegido la opción correcta y me generaba ansiedad. Además me encerré en que lo elegido era la única posibilidad y estaba rechazando todo aquello que me gusta. Gracias a María he podido comprender que no todo es blanco o negro, que existe la posibilidad de retomar aquello que me gusta siendo todas las opciones compatibles. Me ha ayudado a ser consciente de mis emociones y me ha enseñado a manejarlas, por lo que esa ansiedad y tristeza que sentía se han ido reduciendo significativamente. Ahora me encuentro feliz, con ganas de acabar aquello que he empezado. Muchas gracias María, sin tu ayuda no hubiese sido posible.
Decidí acudir a terapia tras muchos meses de darle vueltas. Mantenía unas conductas que, si bien sabía que eran nocivas, tenía muy interiorizadas como algo ya inherente a mí y prácticamente imposibles de cambiar. El principal motivo que hacía dudar a la hora de buscar ayuda era el miedo a qué me iba a encontrar dentro de mí misma.
Pero María me ha ayudado a sobrellevar ese miedo; en primer lugar me ha ayudado a entender de dónde nacen los problemas a los que me enfrento y en segundo lugar nunca ha intentado forzar ningún tema que yo no quisiera tocar o menospreciado nada que yo considerara importante. La terapia con María va al ritmo que necesito, y de la misma forma que ella me hace hincapié en lo que considera importante, me siento escuchada en todos los temas que quiero abordar. El ritmo, la metodología de trabajo y la propia María han conseguido que me sienta segura cada vez que acudo a terapia.En mi caso en particular creo que el mayor éxito que he conseguido con María es ir comprendiéndome a mí misma y sentir que mis problemas no son inabarcables.
En un primer momento, tenía ciertas reticencias a ir al psicólogo, pero desde el primer momento María me hizo sentir cómodo, en un entorno confortable trasmitiéndome seguridad.
Llevo en torno a tres meses acudiendo a consulta con ella, ayudándome mucho a dar pasos para sentirme mejor, siendo comprensiva y ayudándome a ver ciertos aspectos de mí y de mi vida que yo no veo.
Como ya he dicho al principio, tenía miedo el primer día que acudir pero actualmente creo que es una mejores decisiones que he tomado en mi vida. Poco a poco voy mejorando y en este camino me está ayudando mucho la labor de María como psicóloga.
Llegó un momento en el que sabía que necesitaba ayuda para poder seguir avanzando en mi vida. Busqué info de varios sitios y llegué a la consulta tras leer todas las opiniones y ver posts en RRSS. Estuve varios meses pensándolo, hablándolo con mis amigos más cercanos y es la mejor decisión que he tomado.
Pedí la cita por WA y el primer día con María fue genial. Me está ayudando muchísimo y desde el primer momento me transmitió confianza y va creciendo. Iba con muchos miedos e inseguridades, y a la vez con muchas ganas de hablar aunque no sabía cómo. En mi caso, grosso modo, fui por problemas personales: familia, universidad, relaciones… en definitiva poder ser yo misma. Algunos miedos todavía siguen presentes pero de otra forma. Otros en cambio, han desaparecido. Gracias a los ejercicios y reflexiones que me plantea y enseña María consigo mirar desde otra perspectiva. He ido ganando seguridad, confianza en mí misma, la autoestima va subiendo y me siento mejor.
Me escucha, no juzga y lo más importante es que me ayuda a gestionar mis emociones y a poder expresarme. Cada vez que voy a las sesiones, entro feliz porque sé que me va a ayudar. Cierto es que a veces se tocan temas que duelen y el hecho de poder hablarlo, qué maravilla. Es reconfortante.
Sigo en terapia y aún me queda un camino por recorrer y poder conocerme más. Es interesante todo este proceso porque está todo relacionado. Al fin y al cabo es tiempo que me estoy dedicando, y ese valor es incalculable.
María, eres increíble. Me estás cambiando la vida. ¡Muchas gracias!
OPINIONES SOBRE
TAMARA ALONSO
PSICÓLOGA
Yo decidí ir al psicólogo con la intención de recibir coaching para gestionar conflictos. Tras algunas sesiones pusimos de relieve que subyacían otros problemas, así que decidí abordarlos primero. Tamara ha sabido perfectamente ayudarme a ver esto y a conocerme rápidamente, lo cuál hace más fácil recibir la terapia.
Tamara es una psicóloga excepcional. Comencé mi terapia con ella hace años por una repentina agorafobia y depresión; hoy, gracias a su inestimable ayuda, sé gestionar la ansiedad y el estrés en cualquier circunstancia, he aprendido a disfrutar de la vida, a encarar los retos y dificultades de una forma saludable, y he adquirido otras habilidades que no habría sabido desarrollar sin esta terapia. No tengo ninguna duda al recomendar sus servicios como psicóloga, tanto es así que recientemente he vuelto a confiar en su persona para tratar diferentes problemas relativos a trastornos de conducta, y una vez más la terapia está dando resultados positivos.
Me cuesta imaginar a una psicóloga mejor que Tamara orientada a jóvenes y adultos. No solo por sus conocimientos y experiencia, sino por su empatía y su capacidad comunicativa. Gracias a estas dos cualidades la terapia avanza de forma fluida, ya que es fácil abrirse a ella y comprende nuestras necesidades (incluso cuando tienes dificultades para explicarlas o identificarlas).
Nada te prepara para la adolescencia. Creí que había perdido a mi hija. Pero gracias a Tamara, creo que seremos capaces de superarla con éxito. Ha vuelto a reír con nosotros, a abrazarnos, a gastar bromas … y nosotros hemos aprendido, o estamos aprendiendo, a respetar su espacio, a escucharla, a encontrar puntos de encuentro, y a ser una nueva familia.
Tamara tiene paciencia, escucha y aprende. Se va adaptando a nuestra hija. Ella de un lado quiere ir a terapia y de otro nos informa que es “de la que no lo ponen fácil.” Es consciente que tiene que trabajar, lo hace, pero sin abandonar la rebeldía. Así que esa paciencia de Tamara es fundamental. Cuando mi hija la pone a prueba a ver si la va a abandonar, o cuando al sentirse vulnerable usa “la defensa como mejor ataque,” Tamara aguanta la envestida.
Hace un año mi hija estaba enfadada con el mundo, con nosotros y consigo misma. Tenía ataques de ira, de ansiedad, y no podíamos ni tocarla. Todo era enfrentamientos. Ahora, puedo ver subir el enfado, pero no llega explotar. Habla, busca razonar y razonamos. No siempre estamos de acuerdo, no siempre es satisfactorio; todavía nos da y nos dará sustos de adolescente. Dos pasos adelante y uno atrás. Todavía hay momentos en que “no le caemos bien”, pero ahora tengo confianza que saldremos adelante bien. Y si me entran dudas, hablando con Tamara encuentro la fuerza para seguir. Ahora vuelvo a ver en los ojos de mi hija cariño, alegría, guasa.
No sé si será la persona que yo quería que fuese, pero estoy segura que será fiel a sí misma, honesta con ella, y satisfecha con sus elecciones. Gracias Tamara
Sin duda una excelentísima profesional; Decidí ir a terapia para superar mis miedos e inseguridades y para encontrar la tranquilidad y la motivación propia, dar el paso me costo muchísimo pero puedo asegurar que mereció la pena; el trato humano, las técnicas el día a día con ella son super efectivas. Desde la llamada 0 hasta la ultima sesión consigue hacer que te sientas super como y seguro. Recomiendo sin ningún
tipo de duda a esta GRAN PROFESIONAL!! GRACIAS TAMARA.
Soy Iván, y acudí a Tamara con la esperanza de que pudiera ayudarme, mi hijo de 4 años tenía un problema cuando tenía que hacer caca, no lo hacía en water y se
aguantaba hasta el punto de hacérselo encima, no sabíamos cómo afrontar el problema, en el colegio empezaba a afectarle, pero ahora todo va mucho mejor, gracias a la ayuda de Tamara, gran profesional, se portó muy bien con mi hijo y con nosotros, y siempre que necesitábamos algo nos ayudaba, recomiendo a todos su profesionalidad
Desde el primer contacto que tuvo con mi hija, de 8 años de edad, se notó el buen feeling que se estableció entre ambas; cada día que acudíamos a consulta mi hija iba encantada y lo más importante para una madre, feliz. Al salir de la consulta, mi hija no dejaba de parlotear sobre Tamara ha dicho esto y esto otro. Independientemente de, que en unas cuantas sesiones el problema por el que acudimos a consulta se solucionó, creo que lo más importante y lo más destacable es el trato humano y la cercanía que te hace sentir.
Asistir a terapia con Tamara Alonso fue decisivo para mi recuperación. Desde el primer momento congeniamos. Me era fácil contarle mis problemas porque ella sabía
mantener la justa medida de comprensión y firmeza. Es una profesional con mucha experiencia. Su labor fue increíble, no solo me ayudaba a mí, sino que también me daba pautas para ayudar a mis hijos. Me enseñó a tener recursos propios para poder enfrentarme a mis traumas pero también a los problemas del día a día. Su calidad humana es excepcional por lo que la consulta se convierte en un momento agradable del que sales reconfortada.
Estoy trabajando con Eva desde hace algo más de un año y desde el primer día he encontrado absoluta comprensión y respeto hacia cómo me sentía.
Sabe escuchar y respeta tus decisiones, pero siempre buscando tu bienestar. Recomiendo a Eva como terapeuta