Trastornos alimentarios
Pero nos equivocamos profundamente si entendemos que los TCA se limitan a esto.
En estos trastornos la persona padece elevados niveles de sufrimiento.
Suelen tener dificultad a la hora de gestionar sus emociones, su forma de sentir y su forma de ver el mundo.
Se encuentran en una lucha constante por sentirse suficientes, válidos o capaces
Hay cuatro tipos principales de trastornos de conducta alimentario (TCA)
- Anorexia nerviosa caracterizada por una imagen distorsionada del cuerpo.A menudo se niegan a comer, hacen ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales como rehusar comer delante de los demás, pierden mucho peso poniendo en grave riesgo su vida.
- Bulimia nerviosa cuya conducta se caracteriza por comer excesiva cantidad de alimentos y después purgar sus cuerpos mediante laxantes, enemas o diuréticos, vomitando y/o haciendo ejercicio.A menudo actúan en secreto, se sienten asqueados y avergonzados cuando comen demasiado, pero también aliviados de la tensión y las emociones negativas una vez que sus estómagos están nuevamente vacíos.
- Al igual que las personas con bulimia, aquellas con el trastorno de conducta por atracón experimentan episodios frecuentes de comer fuera de control (atracones).La diferencia es que los comedores compulsivos no purgan sus cuerpos del exceso de calorías.
- Trastorno por obesidad. Una vez descartada una patología fisiológica, se comprueba con frecuencia como las personas con obesidad se relacionan con la comida de una manera hiriente, siendo tapadera muchas veces de un malestar ya que carecen de las herramientas para gestionar su malestar y su autoestima
El tratamiento más óptimo de los trastornos de conducta alimentaria debería llevarse a cabo por un equipo multidisplinar que englobe:
Psicólogo que desarrolle un plan de tratamiento para desarrollar hábitos de vida saludable, relaciones sociales y sensación de pertenencia. De los aspectos más importantes que el psicólogo debe abordar es la gestión de las emociones.
Médico para descartar enfermedades y determinar si el paciente corre peligro físico inmediato.
Nutricionista que ayude a evaluar y mejorar que ayude a evaluar y mejorar el consumo nutricional.
Se trata de un tratamiento muy complejo, ya que los trastornos de conducta alimentaria secuestran todas las parcelas de la vida de la persona, la dominan y someten.
Son por lo tanto, tratamientos largos donde el compromiso será fundamental, así como la colaboración muchas veces de familiares y otras figuras de referencia
- Habrá que hacer un abordaje de las emociones, permitiendo a la persona relacionarse de nuevo con la tristeza de una manera saludable. Dejando que esté, que acompañe y recoja pero no domine.
- El psicólogo habrá de recoger por tanto a la persona en su dolor y ayudarle a comprobar que un abordaje amable de su dolor puede permitirle continuar con su vida.
- Hay que mirar de frente aquello que genera el sufrimiento. Procesarlo , integrarlo y expresarlo.
- Darle un espacio al dolor así como una forma y un sentido.
- Desde la perspectiva conductual, el psicólogo debe dotar al paciente de herramientas saludables para ir recuperando poco a poco hábitos beneficiosos en el día a día. De forma gradual y marcados por el ritmo y circunstancias del paciente.
- Instaurar hábitos de autocuidado básicos en la alimentación, descanso e higiene.
- Fomentar una red y apoyo social , facilitando recursos, herramientas y estrategias para profundizar en las amistades o crear algunas nuevas.
- Cuestionar y sustituir pensamientos y creencias disfuncionales. Reestructuración cognitiva