Tratamiento para el trastorno de ánimo y depresión
La depresión se caracteriza fundamentalmente por sentimientos de tristeza y pérdida de interés por las cosas, afectando negativamente el estado de ánimo y la capacidad de disfrutar de las actividades diarias.
Estos sentimientos pueden llegar a interferir enormemente en nuestra vida.
Los tipos más
frecuentes son
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Depresión grave
Estado de ánimo deprimido o irritable. Se trata de una tristeza tan profunda que interfiere y es tremendamente limitante. Se da una disminución en el interés o placer por las actividades habituales, sentimientos de culpa e inutilidad. Incapacidad para concentrarse. Pensamientos recurrentes sobre muerte o sucidio
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Trastorno distímico (distimia)
Es un trastorno afectivo caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico y triste. Son síntomas similares a los de la depresión pero se presentan de manera menos aguda aunque más duraderos en el tiempo
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Trastorno bipolar (síndrome maníaco depresivo)
Son característicos los episodios maníacos, estados de euforia y ánimo exaltado que puede manifestarse con gran irritabilidad y excitabilidad; y generalmente intercalados con períodos de depresión. El trastorno Bipolar tipo I se caracteriza por manía y depresión mayor. El trastorno Bipolar tipo II se caracteriza por hipomanía y depresión mayor.
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Trastorno del estado de ánimo debido a una afección médica general
Muchas enfermedades médicas pueden desencadenar síntomas de depresión.
LAS CAUSAS DEL ESTADO DE ÁNIMO Y DEPRESIÓN
Con frecuencia me encuentro en terapia como mis pacientes no validan su bajo estado de ánimo o la depresión.
Comenzar validando este sentir será fundamental para entendernos, conocernos, validarnos y trabajar el sufrimiento que implica un estado depresivo
Al igual que no cuestionamos los motivos por los que alguien se declara feliz, aceptar que podemos encontrarnos en este punto en algún momento de nuestra vida va a ser fundamental.
La depresión suele ser multicausal.
A nivel biológico, unas sustancias químicas del cerebro, llamadas neurotransmisores, regulan aquellas sustancias que afectan el estado de ánimo. Es muy probable que la depresión (y otros trastornos del estado de ánimo) sea en parte causada por un desequilibrio químico en el cerebro.
Por otro lado, los acontecimientos de la vida (como los cambios no deseados) también pueden contribuir a causar esta problemática.
A veces, los problemas cotidianos que en ese momento la persona no tiene recursos para gestionar, pueden desencadenar un episodio de depresión.,
La erapia proporciona un tratamiento seguro y eficaz, con efectos duraderos que pueden dar lugar a un mejor estado de ánimo, aumento de energía, un mejor rendimiento en el trabajo, las relaciones más satisfactorias, y mejor funcionamiento en otras áreas de la vida que se ven negativamente afectados por la depresión.
Terapia psicológica para el trastorno de ánimo y depresión
En estos casos el acompañamiento emocional va a ser fundamental.
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Habrá que localizar previamente si la depresión es consecuencia de alguna vivencia o dificultad no resuelta y que ha terminado desembocando en una depresión.
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Puede suceder así con un Trastorno Alimentario o un Duelo no resuelto. En estos casos el abordaje debe ser también desde la problemática de origen.
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La depresión es un trastorno enormemente incapacitante, donde la persona puede terminar aislada en su soledad, -incluso aunque tenga excelente compañía- y que cursa con emociones altamente dolorosas como el abatimiento y la desesperanza.
- Habrá que hacer un abordaje de las emociones, permitiendo a la persona relacionarse de nuevo con la tristeza de una manera saludable. Dejando que esté, que acompañe y recoja pero no domine.
- El psicólogo habrá de recoger por tanto a la persona en su dolor y ayudarle a comprobar que un abordaje amable de su dolor puede permitirle continuar con su vida.
- Hay que mirar de frente aquello que genera el sufrimiento. Procesarlo , integrarlo y expresarlo.
- Darle un espacio al dolor así como una forma y un sentido.
- Desde la perspectiva conductual, el psicólogo debe dotar al paciente de herramientas saludables para ir recuperando poco a poco hábitos beneficiosos en el día a día. De forma gradual y marcados por el ritmo y circunstancias del paciente.
- Instaurar hábitos de autocuidado básicos en la alimentación, descanso e higiene.
- Fomentar una red y apoyo social , facilitando recursos, herramientas y estrategias para profundizar en las amistades o crear algunas nuevas.
- Cuestionar y sustituir pensamientos y creencias disfuncionales. Reestructuración cognitiva