El Blue Monday fue definido hace poco más de dos décadas como el día más triste del año según el psicólogo Cliff Arnall tras desarrollar una fórmula matemática en la que considerando distintas variables como el clima, el periodo pasado tras las vacaciones de Navidad o el día de la semana entre otras, el día más triste del año es el tercer lunes del mes de enero.
No tardaron mucho en cuestionar los métodos científicos para tal resultado y determinar que se trataba de una pseudociencia sin validez. Lo cual cobra aún más sentido al tener en cuenta que los fines de este hallazgo eran con un objetivo final comercial: la compra de billetes para viajar.
Y aunque pronto se desechó la teoría con consecuencias como la expulsión del citado psicólogo de la Universidad donde ejercía, sin embargo, se ha seguido manteniendo la costumbre de considerar este día como el más triste del año.
Algo que sigue patente y que podemos ver cada año en las campañas de distintos comercios que solidarizados con la causa, animan al consumo de sus productos para así aliviar esta tristeza del Blue Monday
¿Es el Blue Monday el día más triste del año?
Naturalmente, como psicóloga que se apoya en la evidencia científica para su trabajo, me toca cuestionar esta fórmula y señalar lo que sí es tristeza y algunas maneras más saludables para gestionarla que no impliquen el consumo y la compra compulsiva.
Y es que la tristeza es probablemente la emoción que más requiera un ejercicio de introspección, un viaje personal hacia nuestro sentir para conocer los motivos y necesidades que hay debajo. Por lo que asumir que la tristeza se debe a un día lluvioso y de frío, o al hecho de que han acabado las vacaciones de navidad es demasiado asumir.
Los motivos de la tristeza son totalmente personales e intransferibles. Por ello dos personas distintas reaccionarán y sentirán de maneras muy diferentes ante el mismo acontecimiento.
Si aquello que está sucediendo hace diana en experiencias pasadas similares, los recursos personales con los que se cuenta, incluso la salud física o el nivel de cansancio con el que nos enfrentamos a la situación, van a ser factores mucho más determinantes.
Algo que sí tenemos que tener en cuenta es que el pensamiento es poderoso.
Existe un sesgo, un error de pensamiento llamado Adivinación del Futuro que explica cómo el anticipar de manera catastrófica lo que va a suceder, va a ser un potente generador del mismo miedo que querría evitar.
Por lo que si te levantas pensando que el Blue Monday va a ser un día muy triste, es bastante posible que consigas que esta sea tu experiencia. Tanto por la actitud con la que afrontas el día como por poner el foco en aquello que no ha salido bien.
Como decía antes, la tristeza requiere un ejercicio de introspección. Por lo que acciones como la compra impulsiva sólo distraerá un rato tu malestar, volviendo después de nuevo acompañado de un sentimiento mayor de vacío.
Algunas acciones que sí pueden ayudarte a gestionar la tristeza son:
- Un espacio seguro para el autoconocimiento, para la expresión de tu sentir
Puede ser un diario donde escribas tu sentir sin ningún tipo de filtro. Las técnicas narrativas son tremendamente poderosas. Nos obligan a ordenar los pensamientos y a tomar cierta distancia de los mismos.
También un amigo que te recoja sin crítica. Con quien puedas expresarte libremente y sea bueno escuchando y validando tu sentir.
El espacio de terapia también debería ser un lugar seguro para poder transitar tu sentir.
- Tener especial cuidado con la gestión de la información y con lo que alimentas tu mente.
Si estás triste, es un buen momento para sustituir el móvil por un libro, que obligue a tu mente a construir un contenido en lugar de consumir uno que nos es dado y que mucha veces es difícil de digerir (RRSS con imágenes poco realistas y modificadas, por ejemplo, que sólo muestran una felicidad irreal al alcance de pocos)
- Mímarte
Una ducha caliente, tu perfume favorito, elegir una ropa que te favorezca…esto no hará que la tristeza desaparezca. Pero si no cuidas lo básico es difícil que llegues a encontrarte bien.
- Mens sana in corpore sano
Intenta descansar, mantenerte hidratado, alimentarte de manera saludable, algo de ejercicio o incluso unos simples estiramientos. No es el día para grandes exigencias pero recuerda que vas en tu cuerpo, y que cuidarlo con responsabilidad repercutirá directamente en tu estado de ánimo.
La tristeza y la depresión no son lo mismo
Es importante señalar que hablamos de tristeza y no de depresión. La depresión requiere un abordaje bastante más complejo y cuidado.
Si entiendes que en tu caso se trata de un proceso depresivo, no dudes en acudir a un profesional que pueda guiarte y acompañarte en ese proceso