El informe pericial en divorcio con hijos cada vez resulta más frecuente donde no hay conformidad entre las partes.
Lo deseable por el bien de estos menores es llegar a un acuerdo dentro de la cordialidad y cooperación de los padres. Sin embargo, en ocasiones esto no es posible.
La psicóloga forense del equipo María Marne nos explica los usos y objetivos del informe pericial en estos casos.
¿Para qué sirve el informe pericial en divorcio con hijos?
La emisión de un informe pericial especializado es una prueba fundamental que ayuda al juez a determinar en cada caso cuáles son las medidas que, según el principio jurídico, velan por el interés superior del menor.
Este tipo de prueba puede ser solicitada durante el proceso de separación o divorcio asesorando sobre las alternativas de custodia o régimen de visitas, y después de la separación reevaluando la situación familiar para una nueva resolución judicial donde se solicita una modificación de medidas o de cambio de custodia.
El informe de evaluación de la capacidad parental está orientado a determinar el grado de adecuación del progenitor que solicita la evaluación para ostentar la guarda y custodia de los hijos, en ningún caso formulará recomendaciones sobre el régimen de guardia y custodia más adecuado o visitas a los menores.
Con el tiempo, el criterio parental para determinar la alternativa de custodia más adecuada ha ido evolucionando, actualmente se ajusta a la evaluación de competencias más que a la incapacidad parental, planteándose desde una óptica positiva.
Los principales acercamientos que desde la psicología se hacen al principio del “interés superior del menor” tienen que ver con predecir la alternativa que vele por el mejor ajuste infantil postdivorcio, que comporte menos estrés adicional a los hijos, identificar el vínculo primario de éstos y el papel del “progenitor generoso” que será aquel que priorice y coopere en la conservación de vínculos de los menores con respecto al otro progenitor y la familia extensa de éste.
El informe pericial en derecho de familia puede ser de dos tipos:
1. Enfocado a la evaluación de la capacidad parental, en el cual entrevistaremos y haremos una evaluación exhaustiva individual del progenitor que nos solicite la prueba.
2. De idoneidad de custodia en el que evaluaremos a todos los miembros del sistema familiar, así como las diferentes interacciones que establecen entre ellos.
Los aspectos psicosociales para valorar la alternativa de custodia y el régimen de visitas más favorable son:
- Personalidad y adaptación psicosocial de los progenitores: evaluación centrada en la presencia de un adecuado ajuste clínico-psicológico de los padres, detección de fortalezas, competencias, grado de conflicto con respecto al otro progenitor en relación a la separación, que se medirán con la entrevista clínica de evaluación y baterías y test psicológicos.
- Ajuste parental personal y socio-escolar: red de apoyo de cada uno de los progenitores, factores de protección y factores de vulnerabilidad, parentalización.
- Adaptación familiar de los hijos: Entrevista a los menores siempre que su edad lo permita. Evaluación de la relación de los menores con ambos progenitores, preferencias de los menores, percepción de conflicto, cómo han vivido la ruptura, sentimientos de abandono que se objetivara además con baterías y test específicos para los menores e información de otras fuentes y entornos del menor (otros familiares, centro educativo etc.)
- Actitudes parentales y estilo educativo: competencias parentales, patrones de crianza, discrepancias en el estilo educativo de cada progenitor.
- Contexto socioambiental e infraestructura: recursos económicos, estabilidad ambiental, residencia cercana al centro educativo, barrio, amigos y entorno de los menores.
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