Recientemente me entrevistaron para los informativos del Grupo Mediaset (TeleCinco, Cuatro, Atlas) sobre las consecuencias psicológicas que puede estar sufriendo el conductor del tren Alvia descarrilado en Galicia.
Me gustaría aportar algo para las víctimas de este terrible accidente, para ellos y sus familiares y allegados. Igualmente para todos aquellos que han sufrido una pérdida dolorosa. Voy a facilitaros algunas indicaciones para superar el trauma.
Cuando un acontecimiento es profundo, nos desestabiliza, hace temblar los cimientos de lo que somos e incluso de nuestra propia vida, esto nos obliga a plantearnos nuestras prioridades personales, nuestra razón de ser, incluso nuestra propia identidad.
Algunas experiencias positivas que pueden aparecer tras un esfuerzo importante de superación son:
- Darnos cuenta de que somos más fuertes de lo que pensábamos
- Estrechar relaciones, hacer vínculos amistosos y familiares más fuertes. Valorar más a los nuestros
- Desarrollar más empatía y compasión por los que sufren.
- Desarrollar una filosofía de vida más profunda. Distinguiremos mejor lo que realmente es importante, aprenderemos a relativizar y esto puede ayudarnos a valorar mejor lo realmente valioso.
Ahora mismo, las personas cercanas y queridas de las víctimas, así como los supervivientes, pueden llegar a plantearse cuestiones como ¿Qué sentido tiene mi vida?. Es importante transmitirles que no sólo sobrevivirán, no sólo se recuperarán, también pueden llegar a prosperar, a ser mejores personas.
¿Y cómo se consigue esto? Encarando el dolor de frente. Cuanto más esperemos de nosotros mismos, más conseguiremos..
No hay absolutamente nada bueno en la tragedia, pero algo valioso y bello puede aparecer en la lucha posterior.
¿Qué hacer?
Recurre a los tuyos, busca su consuelo, su apoyo, libera con ellos tu tensión y aflicción. Ellos te proporcionan un lugar al que pertenecer, un espacio para abrirte, la posibilidad de descubrir que no estás solo.
Es posible que no pares de darle vueltas, que te asalten imágenes o pensamientos dolorosos. Escríbelo. La escritura nos ayuda a comprender y aceptar lo que estamos sintiendo. Te obliga a comprender e integrar estos pensamientos e imágenes. No conseguirá que alcances un bienestar completo, pero aliviará el daño que el caos trae consigo.También te ayudará a descargarte, a registrar tus pensamientos, emociones, tus recuerdos fuera de ti.
Cuando suceden acontecimientos terribles, nos superan las emociones y las creencias negativas. Estos pensamientos suelen ser negativos, derrotistas, pesimistas. Nuestras reacciones ante el suceso están determinadas por estas creencias (“Nunca podré superarlo, No querré a nadie así, Que solo me siento”). Una interpretación más generosa y alentadora puede ayudarnos a recuperar parte de la energía perdida (“Cuánto querían a mi hijo, Cuánto apoyo estoy sintiendo, Cuánto bien hizo para que le quieran tanto”).
¿Cómo ayudar?
- Haz saber que el dolor, la fuerte respuesta del cuerpo ante la pérdida, son normales en estas circunstancias.
- No distraigas del dolor, no intentes que no piense. Dale rienda suelta a su dolor, escucha, abraza, habla, apoya.
- No está estipulado lo que se debe o no hacer. Cada uno siente el dolor de una manera y lo expresa de forma personal. Validar esto.
- No temas ni evites nombrar a la persona difunta. Hablad con cariño y respeto de él o ella.
- Expresa tu también tu dolor, eso ayudará a que las personas más afectadas se sientan comprendidas.
- Despedirse, ir al cementerio, al velatorio, ser conscientes de que se va, hablarle, despedirle, rendirle tributo.
Esta entrada ha sido especialmente difícil de realizar. Espero haber estado a la altura del respeto y la delicadeza que semejante tragedia merecen. Mando un abrazo enorme y todo mi cariño a los afectados. Espero poder haber ayudado con este artículo.