Desgraciadamente, como consecuencia de la especulación sufrida en España, cada día cientos de familias se enfrentan a la horrible noticia de que van a ser desahuciadas.
Hoy me hago eco de uno de los estudios más recientes sobre este fenómeno. Me gustaría transmitiros tanto las consecuencias psicológicas en los afectados como algunas pinceladas para los profesionales que les atienden.
La escuela de negocios ESADE y la Fundación Innovación, Acción y Conocimiento, con la colaboración de Cáritas, han realizado un estudio sobre las consecuencias emocionales que tienen los desahucios en las personas afectadas
El análisis de los datos recogidos, define la vivencia de un desahucio como una tormenta de emociones: “desde la alegría del momento de ver aprobada la hipoteca, hasta la preocupación por la pérdida de un empleo, la sorpresa ante las primeras cartas del banco, la rabia ante las primeras amenazas y el pánico al desalojo inminente. También se identifican sentimientos de vergüenza, culpabilidad, tristeza, ansiedad, desánimo y abatimiento, en un proceso en el que lo desconocido e inesperado del curso de sucesos, multiplican la intensidad de la experiencia.”
Según los resultados las consecuencias psicológicas de los afectados corresponderían al Trastorno de Estrés Postraumático, un trastorno de ansiedad que suele producirse tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente traumático (Dongil, 2008)
Es frecuente que ante tales vivencias, la persona sufra niveles de estrés que le lleven a sentirse completamente superado, con grandes dificultades para dar respuesta a la situación.
Como consecuencia, la persona víctima del trauma puede sufrir la reexperimentación del acontecimiento una y otra vez como si estuviera sucediendo de nuevo, con la consecuente hiperactividad y alerta, así como la evitación de aquellos estímulos relacionados con el acontecimiento.
Por otro lado, las consecuencias a nivel emocional pueden ir desde el embotamiento hasta emociones fuertes e intensas (ansiedad, irritabilidad, ira, tristeza, culpa…)
Las suma de todas las emociones y sentimientos que el individuo experimenta durante el proceso del desahucio terminan provocando el cuadro del estrés post-traumático
Además, esta importante alteración emocional puede provocar la aparición de problemas de salud, el cambio de objetivos y esperanzas en la vida, un cambio en el autoconcepto y autoestima, aparición de sentimientos de ineficacia o incapacidad, así como el cambio de estilo de vida y rutinas.
Cómo afrontar el desahucio
Aunque no pueda cambiarse el desencadenante del problema sí debe trabajarse un cambio en la percepción del mismo, en cómo se vive, para poder resolver las emociones de un modo más adaptativo y menos traumático.
Los expertos del estudio determinan que “el gran drama del desahucio es consecuencia directa de la situación de indefensión y el entorno hostil en que se encuentra el individuo”
Algunas de las recomendaciones que se proponen son:
“Es totalmente necesario mejorar las condiciones del entorno con el fin de hacer más humano y llevadero el proceso del desahucio”. Es fundamental percibir apoyo. Lo ideal es buscar el respaldo de familiares y amigos, buscar y encontrar la empatía y comprensión por parte de los nuestros. Comprender que siempre habrá alguien dispuesto a tender la mano y cogerla si es necesario.
Así mismo, “también conviene intervenir desde el inicio del proceso informando y ayudando adecuadamente a los afectados”. Actualmente hay un importante movimiento social respaldado por plataformas como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) , donde personas afectadas se apoyan mutuamente, así como se facilita asesoramiento tanto legal como psicológico.
La incertidumbre es una de las emociones que mayor malestar generan al ser humano, será importante entonces saber qué situaciones pueden acontecer en el futuro para prepararse ante los mismos.
Ante cualquier drama (enfermedad, desahucio, catástrofe), la actitud con la que encaremos el proceso venidero va a ser determinante para nuestra salud y situación personal, siendo imprescindible cambiar posturas derrotistas por un fuerte espíritu de lucha.
Siempre mirando al problema como un reto o desafío, no como una pérdida.
Incluso habiendo perdido la salud, el hogar, o incluso a alguien importante, SIEMPRE habrá motivos para luchar. Os animo a buscarlos y seguir luchando. Algún día mirareis atrás y desde la calma, la paz, y el descanso, comprenderéis orgullosos que en su día luchasteis por lo vuestro, independientemente de si ganasteis aquella batalla o no.
Finalmente me gustaría transmitir todo mi apoyo y mi cariño para los afectados por los desahucios.
A continuación os dejo un vídeo en el que podréis conocer algunos de los miles de testimonios de personas que sufren este drama.