Recuerda que este ejercicio es parte del taller de la autoestima, por lo que continúa poniendo en práctica lo que aprendiste en la semana 1 del taller, Reconoce tus logros y cualidades.
Esta semana aprenderás a darle la importancia justa a las cosas, aprenderás a relativizar.
¿Para qué sirve relativizar?
Relativizar lo que sucede te ayudará a tener unos pensamientos más flexibles y sufrir menos ante los acontecimientos de la vida, comprendiendo que no hay una verdad absoluta y que la realidad es siempre más compleja. Que no todo se debe a ti, ni a tus errores, ni a acciones intencionadas del otro hacia ti.
En determinadas ocasiones planteamos como fracasos situaciones que en realidad no lo son. Se tratan simplemente de circunstancias o acontecimientos que se han desarrollado de una manera que no te gusta, pero que no se debe a un error que hayas cometido.
Esforzarte en hacer las cosas lo mejor posible es algo muy positivo para tu vida pero además es necesario que entiendas que no siempre saldrán las cosas como tú quisieras. Así se desarrolla la tolerancia a la frustración.
Suele suceder que si te esfuerzas tanto en hacer las cosas bien, «perfectas», cuando no salen tal y como esperabas, asumes que se debe a algo que no has alcanzado a hacer o no has hecho lo suficientemente bien. Se trata de uno de los efectos negativos del perfeccionismo.
Haz entonces la siguiente reflexión guiándote por dos pasos:
1. Evalúate
¿Has hecho todo lo que has podido lo mejor que has podido? Si la respuesta es «SI» , pasa a la siguiente pregunta
Si la respuesta es «NO», tendrás que reflexionar sobre qué puedes hacer para solucionar tu error si aún puedes hacerlo, disculparte con las personas a quienes haya perjudicado tu error y sacarás un aprendizaje para ocasiones futuras. En esto consiste una crítica constructiva. La semana que viene trabajaremos en este aspecto con mayor profundidad.
2. Relativiza
Si has hecho todo lo que has podido lo mejor que has podido hasta donde has podido, en este caso, tendrás que relativizar. Para ello:
a) Valora si lo que ha sucedido no es tu responsabilidad, son las circunstancias:
En ocasiones las cosas simplemente no salen bien, y no tiene porqué deberse a ti. Date cuenta que a la gente buena también le suceden cosas malas, y todo el mundo que se esfuerza ha sufrido también algún fracaso.
Echa un vistazo a este vídeo donde el fundador de Aple explica cómo su éxito se debe a su esfuerzo tras las idas y venidas de la vida
b) Valora si lo que no te gusta tiene que ver con la otra persona, no contigo:
El hecho de pensar que los demás se comportan de una manera determinada por ti, se llama personalización, y es un error típico que genera mucho sufrimiento.
Cada uno de nosotros somos fruto de unos genes, una educación, una cultura, unas vivencias y experiencias, miedos e ilusiones. Somos únicos e irrepetibles.
Si a veces te cuesta entender porqué haces lo que haces, piensas como piensas o sientes lo que sientes, ¿Cómo vas a ser capaz de entender que hay en la cabeza de otra persona? ¿porqué actúa como actúa o siente como siente? Esto es absolutamente imposible.
Cuando juegas a leer la mente de otra persona, automáticamente te equivocas, así que cuando consideres que has cometido un error por la actitud o acción de una persona ajena a ti, será importante que reflexiones sobre las infinitas explicaciones de su comportamiento.
Cómo se comporta una persona es exclusivamente su responsabilidad. Repercutes en la vida de los demás, pero no la defines. Un ejemplo de este tipo de pensamiento podemos verlo ante una ruptura: «¿qué hay de malo en mi para que me haya dejado?» , probablemente tenga tantas virtudes y defectos como su expareja, relativizar ante esta situación hará que la persona sufra menos al entender que puede haberle dejado no por sus defectos, si no por el derecho del otro de intentar ser feliz.
Resumiendo, cuando la vida no siga el camino que quieras, aborda dos aspectos: primero intenta cambiar las circunstancias de una forma constructiva y beneficiosa; y por otro lado, reflexiona sobre tu responsabilidad así como sobre tus limitaciones ante estas circunstancias.
¡Aprende a darle la importancia justa a las cosas!